TodoVanesaBravo nace el 21·7·2010 por y para seguidores de Vanesa, con su consentimiento y con el único objetivo de informar sobre su trayectoria profesional


Chicago entre bambalinas-Valencia'11




"Chicago" entre bambalinas


La cara B del musical. Quedan 30 minutos para que dé comienzo el vibrante espectáculo. Los camerinos del Teatro Principal de Valencia están tranquilos hasta que irrumpe una voz femenina que anuncia: «Compañía, queda media hora para que empiece 'C

Resto de galería(fotos de practicamente todo el espectáculo)



Pablo garrigós valencia Maria Blanco (Roxie Hart) está en maquillaje donde le retocan hasta el detalle más mínimo, «todo tiene que estar perfecto», apunta la maquilladora. El peinado en su sitio, con un color rojo brillante inconfundible. Blanco confiesa no estar nerviosa a pocos minutos de salir ante un público deseoso de una gran dosis de jazz y buen baile, aunque, eso sí, «el respeto al espectáculo nunca se le pierde». A pocos metros de ella, se encuentra otro de los protagonistas, Manuel Rodríguez (Billy Flynn). Sale de su camerino para recoger su vestuario de dentro de una caja con el cartel de «Chicago Tour-Sastrería». Cierra la puerta y al fondo aparece una silueta femenina, tacones altos, pelo corto y ropa negra transparente. Viviana Camino (Mona), una de las bailarinas, se mira en el espejo. Cuando queda satisfecha, se mete en el último camerino del primer piso. Allí, se encuentra parte del corazón de Chicago: Sarah Schielke, Silvia Álvarez, Lucy Lummis, Estefanía Corral, Teresa Belza. Ellas, como Blanco, ultiman los detalles entre risas y comentarios, esperando, vestidas con los modelos de lencería fina, al gran momento. En el escenario, los músicos, detrás del telón, ensayan y afinan sus instrumentos para un musical donde ellos son el primer plato de un exquisito menú. Pero, la tranquilidad desaparece en la zona técnica, Maria Barrios, la regidora y cerebro de la operación, se toma un último café antes del comienzo para cargar las pilas. Dirige, coordina, sugiere y ordena para que todo esté en su sitio y el espectáculo funcione como un reloj suizo al ritmo del charlestón. Barrios le sugiere a Pedro Galán, responsable de sonido, que revise a los actores lo antes posible. A los pocos segundos, empiezan a llegar. Cada uno tiene su micrófono reservado sobre una mesa en un lateral del escenario. Dos lámparas pequeñas alumbran a los técnicos para que coloquen los micrófonos a los bailarines de manera que no sean visibles para el público. Llega el momento. Las caras empiezan a cambiar, se tensan, ellos y ellas, calientan voz y músculos, en los laterales y la parte trasera donde comparte espacio con los utileros, preparados para cualquier emergencia. Segundos antes del inicio, Barrios recuerda los lugares de paso de los artistas para que no haya accidentes y todo empieza. Los minutos vuelan y uno tras otros entran y salen, según les toque, o descansan en los laterales del escenario. En estas pausas junto con el descanso, las bailarinas aprovechan para estudiar ballet o idiomas mientras Fedor de Pablos (Amos Hart) charla con Schielke sobre algunas canciones de su reproductor. Bromas, risas, en definitiva buen ambiente entre los técnicos y el equipo artístico lo que sella la unión de una gran familia como es «Chicago». El musical llega a su fin con una gran ovación, cae el telón, y los artistas se retiran a sus camerino. Después de más de dos horas, la calma vuelve a reinar en el gran teatro de la calle Barcas.
Fuente

No hay comentarios:

Publicar un comentario