Matahombres glamurosas-Reportaje Chicago Valladolid

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MUSICAL CHICAGO
Matahombres glamurosas
Marta Ribera y María Blanco conquistan al público vallisoletano con sus ambiciosas Velma y Roxie
16.06.11 - 10:20 -
VICTORIA M. NIÑO VALLADOLID

Parodia de la justicia americana sobre el escenario del Teatro Calderón. A él llegó para instalarse hasta el día 26 'Chicago' el musical que se estrenó en 1975 y no ha dejado de revisitarse. Ambientado en los bajos fondos de los años veinte, ha pasado casi un siglo de los hechos referidos y basta ver un telediario para que el esperpento sea real. El último ejemplo, el caso de la familia Campanario. Cámaras, llantos, abrazos, insultos, señales a una galería que está más interesada en el espectáculo que en la verdad.
Del circo mediático empezaba a sospechar Maurine Dallas Watkins, la periodista que cubría tribunales para el 'Chicago Tribune' en 1924. Los casos de dos mujeres que asesinaron a sus maridos inspiraron una sucesión de brillantes columnas a Watkins, que acabó convirtiéndolas en obra de teatro.
Velma Kelly y Roxie Hart eran dos coristas con ambición de estrellas. Sin embargo acabarán encontrando sus minutos de gloria no sobre el escenario sino a la puerta de los tribunales. Sus nombres acaparan titulares mientras dura la tensión narrativa que mantiene su abogado. Las exclusivas de la prensa del corazón del siglo XXI siguen este mismo patrón: bodas, rupturas, hijos, y vuelta a empezar.
Bob Fosse transformó el texto de Maurine Dallas Watkins en el guión del musical, pero la señora no cedió los derechos para producirlo. Hubieron de esperar a su muerte en 1969 y entonces Fred Ebb y John Kander, la pareja de oro del musical americano, transformaron en canciones aquella historia.
El montaje que se presenta en el Teatro Calderón es el de 2009, aunque bombines, lencería negra y bastones sigan siendo la constante. La orquesta, metales acompañados por un piano, un banyo, un laúd y un contrabajo, se sitúa frente al público en terrazas.
Y delante, apenas una escalera que se escamotea según la escena, sillas y el resto, espacio libre para que bailarines y cantantes den rienda suelta a su energía.
Cinismo de abogado
Marta Ribera encarna a Velma Kelly, la mordaz asesina que se ve desbancada frente a la opinión pública por Roxie Hart, María Blanco. Si aquella es un derroche de baile, un cuerpo que habla en cada movimiento y una voz oscura de tono burlón, esta es la pérfida aprendiz usurpadora de los métodos de su compañera. Blanco descansa en su voz y dramaturgia su expresión, aunque el papel la obligue también a bailar.
Menos baila y más actúa el cínico Billy Flynn que da vida Manuel Rodríguez, el abogado de ambas. Maestro de ceremonias, director del circo mediático, es el que siempre gana, como aprecian finalmente las dos coristas despechadas.
El musical, de dos horas de duración y veinte minutos de descanso en medio, está salpicado de humor suave en la primera parte, más sarcástico en la segunda. El 'Tango de la prisión' es una genial presentación de los casos de matahombres que pueblan las celdas que habitarán las dos protagonistas. Varios números de coro demuestran la calidad del grupo, aunque siempre pivote en torno a las dos protagonistas.

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